El proyecto contempla terminales altamente automatizados especializados en contenedores y en hidrocarburos

Interés global por el megaproyecto portuario mexicano

El desarrollo del nuevo puerto de Manzanillo ya ha comenzado a atraer la atención de importantes actores del comercio marítimo internacional. De acuerdo con información de Lead Transporte Global, 13 reconocidos operadores portuarios globales, entre ellos algunos vinculados con las principales líneas navieras del mundo, han mostrado interés en participar en la licitación prevista para julio de 2026, con el objetivo de colaborar en la construcción y operación del recinto.

Guillermo Mejía, director general de la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) Manzanillo, informó que la primera terminal podría iniciar operaciones entre 2028 y 2029, marcando un punto de inflexión en la conectividad logística de México con la región Asia–Pacífico.

Durante el panel “Inversión y modernización portuaria en México”, realizado en el marco del XXIX Congreso Anual de Agentes Navieros de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC), celebrado del 8 al 11 de octubre de 2025 en Veracruz, Mejía explicó que el plan maestro del proyecto integra infraestructura moderna, eficiencia operativa y desarrollo urbano sostenible, con especial énfasis en las zonas de San Pedrito y la laguna de Cuyutlán, donde se planean obras de gran envergadura.

Infraestructura estratégica y sostenibilidad

El nuevo complejo portuario abarcará 1.880 hectáreas, ubicado aproximadamente a 30 kilómetros del actual puerto, y será cuatro veces más grande que las instalaciones existentes. Contará con terminales especializadas en contenedores y en hidrocarburos, todas con un alto nivel de automatización, además de un sistema logístico interportuario diseñado para mejorar la conexión con el resto del país y con América Latina.

El proyecto también prevé la reubicación de las instalaciones de Pemex dentro del polígono 1, con el fin de minimizar riesgos industriales y optimizar los corredores energéticos, fortaleciendo la trazabilidad y seguridad de la cadena de suministro.

En cuanto a la movilidad de carga, se estima que el 70% será transportado por ferrocarril y el 30% restante por carretera. En total, se proyectan cinco terminales especializadas con muelles de entre 1.176 y 2.000 metros, áreas de 49 a 104 hectáreas y una profundidad de 18 metros de calado, lo que permitirá recibir buques de gran tamaño. Con estas dimensiones, Manzanillo podría posicionarse entre los puertos con mayor capacidad en América Latina y dentro del top 15 a nivel mundial, con una capacidad estimada de 10 millones de TEUs anuales.

Expansión ante la saturación portuaria

Actualmente, el puerto de Manzanillo opera al 95% de su capacidad, lo que provoca retrasos en las operaciones y limita el crecimiento del comercio exterior. Con la puesta en marcha del nuevo recinto, se prevé reducir los atrasos hasta en un 89% y duplicar la capacidad operativa en la próxima década.

En su primera fase, el proyecto permitirá incrementar la capacidad portuaria en 2.4 millones de TEUs, alcanzando alrededor de 6 millones para el año 2035.

Avances ambientales y sociales

El titular de ASIPONA Manzanillo indicó que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), elaborada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), podría ser aprobada en noviembre de este año, lo que daría inicio a las labores de dragado y construcción de infraestructura básica. Hasta el momento, seis empresas internacionales ya han manifestado su interés en participar en las obras de dragado.

Finalmente, Mejía subrayó que el proyecto incorpora acciones de protección y compensación ambiental, así como programas de acompañamiento social dirigidos a comunidades pesqueras y salineras cercanas, con el propósito de garantizar un desarrollo equilibrado, inclusivo y sostenible para toda la región.